Desde el Colegio de Enfermería de Pontevedra se alerta del riesgo de contagio del coronavirus entre los pacientes dependientes y sus cuidadores
- Los nuevos materiales, elaborados por el CGE, consisten en un video y una infografía en los que se recogen recomendaciones para que los cuidadores de aquellos pacientes dependientes que sean positivo en COVID-19 eviten el contagio.
- Aunque se recomienda mantener una distancia de seguridad entre el cuidador y el paciente de entre uno y dos metros, a menudo, los propios cuidados que requiere la persona dependiente hacen imposible mantener dicha distancia, de ahí que el riesgo de contagio sea mayor y, por ello, haya que extremar las precauciones.
- El aseo, la manipulación de las heces y la orina o la alimentación del paciente dependiente son situaciones habituales para muchos de estos cuidadores, situaciones en las que debe protegerse especialmente.
VIDEO
REDUCIR EL RIESGO
La información recogida en el video y en la infografía hacen hincapié en cuestiones cómo que el cuidador debe reducir el número de visitas que realiza al paciente y, para ello, se aconseja agrupar los cuidados, de tal forma que no tenga que estar entrando y saliendo de la estancia. Asimismo, se insiste en que siempre que acceda a la habitación deberá llevar mascarilla, bata y guantes. La mascarilla será quirúrgica, sin filtros, y de un solo uso. La bata podrá ser desechable o de tela, en cuyo caso, deberá tener varias para poder cambiarla por una limpia cada vez que vaya a entrar en la habitación. Asimismo, se aconseja que las batas no lleven botones y se cierren en la espalda, pudiendo ajustarlas con un cinturón.
En el caso de los guantes, también desechables, se pone el acento en la importancia de realizar una correcta higiene de manos antes y después de su colocación, teniendo especial cuidado en la retirada para no tocar la superficie expuesta.
Para evitar la contaminación, se recomienda disponer de un cubo de basura con cierre de pedal en la entrada de la habitación. Dentro, se colocará una bolsa de plástico con autocierre para tirar todos aquellos objetos que sean desechables como la mascarilla, los guantes y, en su caso, la bata.
Aunque se recomienda mantener una distancia de seguridad entre el cuidador y el paciente de entre uno y dos metros, a menudo, los propios cuidados que requiere la persona dependiente hacen imposible mantener dicha distancia, de ahí que el riesgo de contagio sea mayor y, por ello, haya que extremar las precauciones. El aseo, las curas, la manipulación de las heces y la orina o la alimentación del paciente son situaciones habituales para muchos de estos cuidadores, situaciones en las que debe protegerse especialmente.
Asimismo, estos materiales incluyen consejos para el paciente dependiente que debe corresponsabilizarse para evitar el contagio de su cuidador. De esta forma, se pide que siempre que el cuidador esté presente, el paciente lleve también una mascarilla quirúrgica sin filtros y que, si es posible, no demande atención más allá de la estrictamente necesaria y utilice el teléfono como principal vía de comunicación. No olvidarse de tomar la medicación habitual y ejercitar los músculos en la medida que sea posible, según sus capacidades funcionales, son otras de las recomendaciones que se incluyen.
Los pacientes diagnosticados o con síntomas de COVID-19 y en aislamiento domiciliario, tanto si son dependientes como si no, deben estar en una habitación para ellos solos y a ser posible con un baño de uso exclusivo para ellos. Además, su ropa deberá lavarse aparte en la lavadora a temperaturas de 60 a 90 grados y los utensilios de limpieza de ambas estancias se utilizarán solo para dichas estancias y no para el resto de la casa.