Faustino Portela, secretario del Colegio, es sobre todo enfermero de Atención Primaria. Desde la publicación del borrador ha intervenido públicamente como voz crítica, aunque constructiva, a propósito de la reforma que Sanidade pretende dar a la Atención Primaria y en la que “la enfermera no está debidamente contemplada al nivel que merece” -dice-.
Opinión. Por Faustino Portela. Faro de Vigo, 2 de marzo, 2019.
El borrador que define el nuevo modelo de Atención Primaria en Galicia es de diagnóstico delicado. Doy por hecha la mejor intención de Sanidade al pretender adaptar la atención sanitaria a los nuevos tiempos en los que resulta innegable, como la propia consellería reconoce, la importancia del papel de la enfermera que, con el objetivo de llevar a cabo una correcta continuidad asistencial con criterios de calidad, es para muchos ciudadanos el profesional de referencia.
La idea es buena y contiene muchos puntos positivos, otros no. En cualquier caso, todos ellos susceptibles de minuciosa revisión. Nos dicen qué quieren hacer, pero falta el cómo y el cuánto.
No es tarea fácil prescribir soluciones cuando serán tantos los profesionales implicados en su desarrollo. A la enfermera se le atribuyen nuevas y más funciones, algunas ya impuestas con anterioridad, pero se interpretan como una descarga de funciones en favor del médico sobrecargando entonces a la enfermera y manteniendo así el bucle de la merma cualitativa en la atención al paciente.
La enfermería tiene funciones y responsabilidades propias, independientes de las médicas, interrelacionadas y complementarias en muchos casos, pero, que quede muy claro, la enfermera no es la ayudante del facultativo, entenderlo así es un imprudente viaje a otros tiempos. Es necesaria la creación de una dirección de enfermería que paralela y coordinadamente con la dirección médica gestione sus propios recursos, competencias y funciones.
Lo primero será definir bien esas funciones y sus protocolos, sometiéndolas a un marco jurídico que las reconozca y respalde legalmente, para después fijar el número necesario de profesionales para su desarrollo. ¿Cuántos y con qué medios?
Actualmente existen deficiencias, faltan profesionales, no solo de enfermería, desbordados en muchos casos. Es imprescindible aumentar el número de enfermeras. El objetivo de excelencia en atención y cuidados no se alcanzará sin ese incremento ni los medios necesarios para su desarrollo.
En definitiva, funciones, marco legal, incremento de profesionales, medios y presupuesto para ello. Después ajustemos el plan a las posibilidades reales, el papel lo aguanta todo, pero no debemos comenzar el centro de salud por el tejado.